jueves, 31 de marzo de 2011

Psicopatología y Medicina

Psicopatología y Medicina

Lic. Sergio Hernández Andrade

Estas dos ramas, aunque parecen sumamente distintas, se encuentran extremadamente correlacionadas debido a una especialidad de la segunda, la cual engloba la primera desde un enfoque químico-orgánico-funcional, la cual es la Psiquiatría. La Psiquiatría es la ciencia que estudia los trastornos psicopatológicos desde la perspectiva química, donde se observan y traducen los efectos de los diversos neurotransmisores, los cuales tienen efecto directo en las emociones y en el comportamiento; desde la perspectiva orgánica, donde el organismo puede ser o no afectado por debido a un malfuncionamiento de las estructuras cerebrales como lo son los receptores orgánicos; y la perspectiva funcional, la cual busca reinsertar al sujeto a la sociedad de manera funcional, y en caso contrario, su completa reclusión para su rehabilitación o simplemente, para que no permanezca de manera no funcional fuera de la institución , es decir, en la sociedad, la cual estigmatizará ese comportamiento.
Comenzaremos con una pregunta tan general que determina la importancia de este artículo: ¿Es la administración de fármacos totalmente efectiva para el mejoramiento de los trastornos psicopatológicos y psiquiátricos? Ni la literatura ni la experiencia propia me pueden dar una respuesta afirmativa a este cuestionamiento. Y digo experiencia propia porque en casa convivo con un sujeto diagnosticado con un trastorno del tipo Esquizofrénico Paranoide, correctamente diagnosticado y medicado (omito el sexo para total confidencialidad) por medio de un psiquiatra. Y es totalmente funcional, sin embargo, el tratamiento con Risperdal (con la sustancia activa Risperidona, un antipsicótico de tercera generación), trae consigo la disminución de síntomas positivos (ideas delirantes y alucinaciones) y síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia por ejemplo), sin embargo también conlleva síntomas secundarios como dolores de cabeza, somnolencia, entre otras cosas que hacen que el sujeto desee terminar con el tratamiento. La esquizofrenia es probablemente el trastorno más enigmático y trágico que tratan los profesionales de la salud, y quizá también el más devastador. Se manifiesta en la juventud (fase prodrómica), por lo que, a diferencia de los pacientes con cáncer o enfermedad cardíaca, la gran mayoría de los pacientes esquizofrénicos normalmente viven muchos años después del inicio de la enfermedad y continúan padeciendo sus efectos sin poder llevar una vida completamente normal (asistencia a la escuela y al trabajo, tener un grupo de amigos íntimos, casarse o cuidar de los hijos).
Entonces, sí es bastante efectivo un fármaco en un trastorno mental, sin embargo, primeramente se debe descubrir la dosis exacta que necesita el sujeto, además de la correcta sustancia activa. Un ejemplo de ello son las sustancias antipsicóticas, las cuales tienen efectos diversos en receptores dopaminérgicos D2 (receptores de una sustancia neurotransmisora llamada dopamina) o serotoninérgicos (receptores de una sustancia neurotransmisora llamada serotonina), y las cuales son tan extensas y distintas unas de otras que podría no parecer tener el mismo efecto (antipsicótico). Algunos ejemplos de antipsicóticos típicos son el Haloperidol, el Litio, o la levomepromazina los cuales tienen una gran repercusión extrapiramidal (un efecto de parkinsonismo inducido) y mayor deterioro cognitivo, y los antipsicóticos de tercera generación o atípicos como algunas benzodiazepinas (por ejemplo la olanzapina) o la Risperidona, los cuales tienen menos efectos extrapiramidales pero tienen efectos secundarios como mareos, cefaleas, somnolencia, etcétera.
La correcta administración y combinación de antipsicóticos pueden tener un efecto aceptable en el sujeto (nunca totalmente efectivo, sin el deseo del paciente de salir adelante), sin embargo, son sustancias peligrosas si no se manejan con sumo cuidado. Recuerdo haber escuchado por medio de un psiquiatra acerca de la “Bernardina”, (utilizada en el hospital psiquiátrico Fray Bernardino) la cual es la combinación de Haloperidol con otra sustancia antipsicótica, la cual literalmente “noquea” a quienes reciben esta sustancia, y la cual es utilizada para tranquilizar a aquellos sujetos que son extremadamente conflictivos dentro del psiquiátrico. Ahora, ¿si esta “Bernardina” se utilizara fuera de la institución? Es una combinación peligrosa para aquellos que gustan de las emociones fuertes.
Retomando el caso del sujeto en casa, al comenzar con la sintomatología, todos pensábamos que era un a clase de broma de mal gusto, ya que mencionaba que una organización sueca le mandaba correos para amenazarlo/a y también a su hijo, además de que siempre se sentía observado/a por todos. Y tal vez podía ser funcional en ese nivel, pero su trabajo era de profesor/a a nivel licenciatura, lo cual le obligó a asistir con un psiquiatra, desafortunadamente, un mal psiquiatra el cual laboraba en el Instituto Mexicano del Seguro Social, quien primeramente le recetó Olanzapina combinada con Risperdal, dosis máxima, lo cual excedía la ventana terapéutica y creó el efecto “Bernardino” en dicho sujeto, además de que la sintomatología no disminuyó. Esto es algo muy peligros, ya que puede provocar un sindrome neuroléptico maligno y provocar la muerte del paciente, por lo tanto, es muy importante saber qué es l que se receta y con qué se está combinando en el cuerpo del sujeto para evitar desgracias innecesarias.
La total mejoría se dio con el cambio de psiquiatra, cuando además de erradicar la olanzapina y disminuir la dosis de risperidona, dio tratamiento psicológico. Este tratamiento, esta cura por la palabra era aquello que ese sujeto necesitaba en ese preciso momento, y muy bien ayudado por una buena dosis química pudo sacar adelante a ese paciente hasta la total recuperación de sus antiguas funciones. Según mi observación, y la literatura revisada a lo largo de mi tiempo como estudiante, la mejor solución a bastantes de los trastornos mentales que pueda mencionar el DSM-IV y con menores repercusiones secundarias es el tratamiento psicológico, la “cura por la palabra” (la cual no es necesariamente psicoanalista hablando de catarsis).
Entonces, ¿Cuál es la razón de la mejoría de un sujeto con un trastorno psicopatológico, un correcto tratamiento psicológico o un correcto tratamiento psiquiátrico? Tal vez sea ambos, pero en ningún libro de texto se menciona con total certeza el funcionamiento del cerebro. Por ello, quien descubra total funcionamiento se llevará casi automáticamente el Premio Nobel de Medicina, pero lo más importante, quitará muchos paradigmas en cuanto a estas dos ciencias distintas pero complementarias, Psicología y Psiquiatría. Sin embargo, dudo que la psicopatología desaparezca del sujeto social (Freud hablará de la falta del sujeto y el malestar en la cultura), ya que cuando la falta desaparezca, habrá la muerte del sujeto.

DEPRESION

DEPRESION

DRA. JUANA DE LOURDES HERNANDEZ CACHEUX
DR. SORIANO PA.

DEFINICION:
Conocida en sus inicios con el nombre de melancolía (del griego clásico μέλας, "negro" y χολή, "bilis"), por la influencia de saturno hacia que el higado secretara bilis negra, dando asi una explicación etiologica; la depresión aparece descrita o referenciada en numerosos escritos y tratados médicos de la antigüedad, el primero fue por el ingles Robert Burton en 1621 y de ahí inicia su estudio mas profundo de la enfermedad.
ETIOLOGIA
El origen de la depresión es complejo, ya que en su aparición influyen factores genéticos, biológicos y psicosociales. Hay evidencias de alteraciones de los neurotransmisores, citoquinas y hormonas que parecen modular o influir de forma importante sobre la aparición y el curso de la enfermedad.
La psiconeuroinmunología ha evidenciado trastornos en el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal relacionados con las citoquinas, así como alteraciones inmunológicas asociadas a neurotransmisores en el trastorno depresivo mayor (por ejemplo, se reducen el número de transportadores de serotonina en linfocitos de sangre periférica de pacientes deprimidos).
En los últimos años, la investigación científica ha demostrado que algunas enfermedades físicas pueden acarrear problemas mentales. Enfermedades tales como los accidentes cerebro-vasculares, los ataques del corazón, el cáncer, la enfermedad de Parkinson y los trastornos hormonales pueden llevar a una enfermedad depresiva. La pérdida de un ser querido, los problemas en una o en muchas de sus relaciones interpersonales, los problemas económicos o cualquier situación estresante en la vida (situaciones deseadas o no deseadas) también pueden precipitar un episodio depresivo. Después del episodio inicial, otros episodios depresivos casi siempre son desencadenados por un estrés leve, e incluso pueden ocurrir sin que haya una situación de estrés.
EPIDEMIOLOGIA
Todos los estudios coinciden en que la prevalencia es casi el doble en la mujer que en el hombre, y que algunos factores estresantes vitales, como el nacimiento de un hijo, las crisis de pareja, el abuso de sustancias tóxicas (principalmente alcohol) o la presencia de una enfermedad orgánica crónica se asocian con un riesgo incrementado de desarrollar un trastorno depresivo mayor. En cuanto a la asociación familiar debida a factores genéticos, la existencia de un pariente de primer grado con antecedentes de trastorno depresivo mayor aumenta el riesgo entre 1,5 y 3 veces frente a la población general.
COMORBILIDAD
Casi la mitad de los pacientes deprimidos tiene síntomas de ansiedad, y la mitad de los pacientes con ansiedad tiene síntomas de depresión, nunca se dejo de pensar que eran un conjunto y ese concepto se apoya en el hecho de que se menciona repetidamente un grupo de pacientes 'intermedios', con síntomas de ansiedad y de depresión.
Los resultados de los diferentes estudios científicos referentes al dolor realizados en los últimos años estiman que hasta un 50% de los pacientes que sufren depresión llevan asociada alguna forma de dolor crónico, siendo aquel que se prolonga en el tiempo más de 3 a 6 meses, genera cambios conductuales en la persona, interfiere en su vida social, laboral y familiar hasta el punto de poder originar depresión y ansiedad. En los casos de dolor crónico que invalida de mal pronóstico, entre el 60 y el 70% de los pacientes terminan causando cuadros de sintomatología depresiva y ansiosa
CLASIFICACION
Trastorno depresivo mayor, episodio único o recidivante Código CIE-10: F32, F33
Los criterios que establecen tanto el DSM-IV como el CIE-10 para el trastorno depresivo mayor son:
• Criterio A: La presencia de por lo menos cinco de los síntomas siguientes, durante al menos dos semanas:
o Estado de ánimo triste, disfórico o irritable durante la mayor parte del día y durante la mayor parte de los días
o Anhedonia o disminución de la capacidad para disfrutar o mostrar interés y/o placer en las actividades habituales
o Disminución o aumento del peso o del apetito
o Insomnio o hipersomnio (es decir, dificultades para descansar, ya sea porque se duerme menos de lo que se acostumbraba o porque se duerme más)
o Enlentecimiento o agitación psicomotriz
o Astenia (sensación de debilidad física)
o Sentimientos recurrentes de inutilidad o culpa
o Disminución de la capacidad intelectual
o Pensamientos recurrentes de muerte o ideas suicidas
• Criterio B: No deben existir signos o criterios de trastornos afectivos mixtos (síntomas maníacos y depresivos), trastornos esquizoafectivos o trastornos esquizofrénicos.
• Criterio C: El cuadro repercute negativamente en la esfera social, laboral o en otras áreas vitales del paciente.
• Criterio D: Los síntomas no se explican por el consumo de sustancias tóxicas o medicamentos, ni tampoco por una patología orgánica.
• Criterio E: No se explica por una reacción de duelo ante la pérdida de una persona importante para el paciente.
Trastorno distímico Código CIE-10: F34.1 Los criterios para este tipo de trastorno depresivo son:
• Criterio A: Situación anímica crónicamente depresiva o triste durante la mayor parte del día y durante la mayor parte de los días, durante un mínimo de dos años.
• Criterio B: Deben aparecer dos o más de estos síntomas:
o Variaciones del apetito (trastornos en la alimentación)
o Insomnio o hipersomnio (es decir, dificultades para descansar, ya sea porque se duerme menos de lo que se acostumbraba o porque se duerme más)
o Astenia
o Baja autoestima
o Pérdida de la capacidad de concentración
o Sentimiento recurrente de desánimo o desesperanza.
• Criterio C: Si hay periodos libres de los síntomas señalados en A y B durante los dos años requeridos, no constituyen más de dos meses seguidos.
• Criterio D: No existen antecedentes de episodios depresivos mayores durante los dos primeros años de la enfermedad.
• Criterio E: No existen antecedentes de episodios maníacos, hipomaniacos o mixtos, ni se presentan tampoco los criterios para un trastorno bipolar.
• Criterio F: No hay criterios de esquizofrenia, de trastorno delirante o consumo de sustancias tóxicas.
• Criterio G: No hay criterios de enfermedades orgánicas.
• Criterio H: Los síntomas originan malestar y deterioro de las capacidades sociales, laborales o en otras áreas del funcionamiento del paciente.
Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo o mixto (ansiedad y ánimo depresivo) Código CIE-10: F43.20, F43.22
Por trastorno adaptativo o depresión reactiva, se acepta la aparición de síntomas cuando ésta ocurre en respuesta a un acontecimiento vital estresante, y no más allá de los tres meses siguientes a su aparición. Se habla de depresión reactiva cuando el cuadro es más grave de lo esperable o tiene mayor repercusión funcional de la que cabría esperar para ese factor estresante. Debe existir, entonces, un criterio de "desproporción" para su diagnóstico.
Trastorno depresivo no especificado F32.9
Se denomina trastorno depresivo no especificado a aquella situación en la que aparecen algunos síntomas depresivos, pero no son suficientes para el diagnóstico de alguno de los trastornos previos. Esta situación puede darse cuando existe un solapamiento de síntomas depresivos con un trastorno por ansiedad (síndrome ansioso-depresivo), en el contexto de un trastorno disfórico premenstrual o en cuadros de trastorno depresivo post-psicótico (residual) en la esquizofrenia.
Otros tipos
Duelo patológico: En el DSM-IV se contempla una situación de duelo que puede precisar tratamiento, aunque sin cumplir los criterios de ninguno de los trastornos previos.
TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL (SAD, por las siglas, en inglés, de seasonal affective disorder). El trastorno afectivo estacional (SAD) es una forma de depresión recurrente o trastorno bipolar que se caracteriza por el inicio anual regular de episodios de depresión mayor durante el otoño y/o invierno y remisión o episodios maniacos/hipomaniacos durante la primavera y el verano. El SAD explica alrededor del 10% de todos los síntomas depresivos y afecta a entre un 2-5% de la población general en climas templados.
EVALUACION DIAGNOSTICA
Se realiza una historia clinica completa posteriormente se apoya con las siguentes escalas: Escala de Depresión de Yesavage, el Test de Depresión de Goldberg o el Test de Depresión de Hamilton.
TRATAMIENTO
El fin del tratamiento es el de mejorar la situación anímica, así como reinstaurar un adecuado funcionamiento de las capacidades socio-laborales y mejorar, en general, la calidad de vida del paciente, disminuiyendo la morbilidad y mortalidad, y evitando en lo posible las recaídas.
La selección del tratamiento dependerá del resultado de la evaluación.
El tratamiento con antidepresivos es el único que ha demostrado una evidencia significativa de efectividad en depresiones mayores (graves) y en depresiones psicóticas (solos o en combinación con psicoterapia). En el caso de depresiones leves o moderadas, los antidepresivos parecen ser eficaces, pero también lo son algunas propuestas de tratamiento psicoterápico (solo o con antidepresivos), los pacientes presentan mejor tolerancia a los modernos inhibidores selectivos de recaptación de serotonina que los clásicos antidepresivos tricíclicos y heterocíclicos. Los principales grupos de fármacos antidepresivos son los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la enzima monoamino-oxidasa (IMAO), aunque se están incorporando nuevos grupos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina (como la venlafaxina) o los inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina (reboxetina). El tratamiento con antidepresivos debe mantenerse durante seis a doce meses, para evitar el riesgo de recaidas, aunque el efecto completo puede conseguirse al mes del inicio del tratamiento, por lo cual el 25 por ciento de los pacientes abandonan el tratamiento en el primer mes, un 44 por ciento en el primer trimestre, y un 60 por ciento de los pacientes dentro de los seis meses iniciales.
Muchas formas de psicoterapia, incluso algunas terapias a corto plazo (10-20 semanas), pueden ser útiles para los pacientes deprimidos. Las terapias "de conversación" ayudan a los pacientes a analizar sus problemas y a resolverlos, a través de un intercambio verbal con el terapeuta. Algunas veces estas pláticas se combinan con "tareas para hacer en casa" entre una sesión y otra. Los profesionales de la psicoterapia que utilizan una terapia "de comportamiento" procuran ayudar a que el paciente encuentre la forma de obtener más satisfacción a través de sus propias acciones.
Estudios de investigación han comprobado que dos tipos de psicoterapia a corto plazo son muy útiles para algunas formas de depresión. Se trata de la terapia interpersonal y de la terapia cognitivo-conductual. Los terapeutas interpersonales se concentran en los problemas en las relaciones con los otros que causan y agravan la depresión. Los terapeutas cognitivo-conductuales ayudan a los pacientes a cambiar los estilos negativos de pensamiento y comportamiento que se asocian con la depresión.
Las terapias dinámicas o "de insight", que se usan en ocasiones para tratar personas deprimidas, apuntan a ayudar al paciente a resolver sus conflictos. Estas terapias a menudo se reservan para casos en que los síntomas depresivos han mejorado bastante. Para obtener mejores resultados, los cuadros depresivos severos (en especial los que son recurrentes) por lo general requieren medicamentos o terapia electroconvulsiva (TEC) siendo una estimulación que ocasiona una convulsión breve (aproximadamente 30 segundos), esta última en condiciones especiales, al lado de una psicoterapia, o antes de ella. La planta conocida popularmente como hierba de San Juan o corazoncillo o incluso hipérico (el nombre científico es Hypericum perforatum) es una hierba muy utilizada en Europa para el tratamiento de la depresión moderada, y ha captado recientemente la atención de los investigadores de todo el mundo. la eficacia de esta hierba no se ha aclarado porque los estudios científicos que se han llevado a cabo se realizaron únicamente a corto plazo y utilizaron dosis diferentes. En el 2000 se identifico que actua sobre vias metabolicas similatres a los agentes anticonvulsivantes.
LECTURAS RECOMENDADAS:
1. Jackson, Stanley W., Historia de la melancolía y la depresión.
2. Hernández, E., Lastra, S., Urbina, M., Carreira, I. y Lima, L. (2002). Serotonin, 5-hidroxiindoleacetic acid and serotonin transporter in blood peripheral lymphocytes of patients with generalized anxiety disorder. J. Int.. Immunopharmacol, 2(7), 893-900.
3. Lima, L. (1992). Bases biológicas de los trastornos afectivos. Interciencia, 17(2), 86-91.
4. Faraj, B. A., Olkowski, L. y Jackson, R. T. (1994), Expression of high-affinity serotonin transporter in human lymphocytes. Int. J. Immunopharmac., 16:561-567.
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7. American Psychiatry Association (1994). DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. 3a. ed. Washington: APA.
8. Bueno, J. A., Gascón, J. y Humbert, M. S. Tratamiento farmacológico de los trastornos afectivos: I. En: E. González Monclús (Ed.), Psicofarmacología aplicada. 1993. Barcelona: Organón Española.
9. Alamo, C., Santos, C. y García-Bonilla, J. M. (1988). Nuevos antidepresivos. Farmacología del SNC, 2:2.
10. Robins, L. N. y Regier, D. A. (1990). (Eds). Psychiatric Disorders in America: The Epidemiologic Catchment Area Study. New York: The Free Press

TRASTORNO BIPOLAR

TRASTORNO BIPOLAR

Autor
Lic. Alma Diaz M.
Dr. Soriano Perez Angel

El trastorno bipolar es una enfermedad mental grave que afecta el humor se caracteriza por cambios bruscos que oscilan, entre la manía y la depresión.
Todo el mundo tiene altibajos en su estado de ánimo y es normal sentirse a veces animado y alegre y otras veces más triste y taciturno. En el trastorno bipolar, sin embargo, estos cambios son exagerados o totalmente fuera de lugar en relación con los acontecimientos que están teniendo lugar en sus vidas y afectan a la conducta, el pensamiento, los sentimientos, la salud física y el funcionamiento general de estas personas.
Suele comenzar entre los 20 y 30 años de edad, generalmente con un episodio depresivo (en el 75 % de las mujeres y el 67% de los hombres) y puede haber varios episodios depresivos antes de que aparezca un episodio maníaco.
No es raro que la enfermedad haga su debut algo antes o bastante después de este periodo. Puede tardar mucho tiempo antes de descubrirse que los problemas de estado de ánimo que sufre una persona son causados por el trastorno bipolar. La forma más común del trastorno bipolar, es decir manías típicas alternadas con depresiones, afectan a casi 1 % de la población. Pero si incluimos los otros tipos del trastorno los afectados ascienden al 5 % de la población. Cuando los síntomas aparecen antes de los 12 años de edad se puede confundir con un trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Los adolescentes que tienen una depresión con síntomas psicóticos casi con toda seguridad son bipolares.Suele presentarse en miembros de la misma familia. Más del 50 % abusa de alcohol y drogas durante su enfermedad. El 60 % de las mujeres que se quejan de síndrome premenstrual, en realidad tienen una depresión crónica que puede ser bipolar o unipolar y que se agrava antes de la menstruación.
Las mujeres con depresión posparto tienen más probabilidades de tener una depresión bipolar que unipolar.
Entre un episodio y otro suele haber periodos de normalidad, aunque existen diferencias según cada persona: por ejemplo, a veces no hay periodos de normalidad, sino estados depresivos y maníacos que varían en intensidad y gravedad; otras veces predomina un estado depresivo constante cuyos síntomas varían en intensidad, interrumpidos por algunos episodios maníacos o hipomaníacos. Por término medio suelen tener unos 10 episodios de manía o depresión durante toda su vida, aunque sin tratamiento la frecuencia aumenta con la edad. Los episodios pueden durar días, semanas, meses o incluso años. Por término medio, los episodios maníacos, sin tratamiento, duran unos pocos meses y la depresión unos seis meses. En muchos casos es estacional: la depresión es más frecuente en otoño e invierno y la manía en primavera o verano.
La CIE-10 incluye los trastornos bipolares dentro del grupo de trastornos del humor (afectivos) y distingue tres apartados: el trastorno bipolar, los episodios maníacos aislados y la ciclotimia (como trastorno del humor persistente).
El trastorno bipolar clasificado dentro del capítulo F31, se caracteriza por la aparición de al menos dos episodios en los que existe una alteración del estado de ánimo, bien en forma de exaltación, aumento de actividad y aumento de vitalidad, bien en forma de disminución del estado de ánimo, de la vitalidad y de la actividad. Incluye los conceptos: Trastorno maníaco-depresivo, Psicosis maníaco-depresiva y Reacción maníaco-depresiva. No contempla los episodios maníacos aislados.
• F31.0 Trastorno bipolar, episodio actual hipomaníaco: Para su diagnóstico es necesario que el episodio actual satisfaga las pautas de hipomanía y que se haya presentado al menos otro episodio hipomaníaco, maníaco, depresivo o mixto.
• F31.1 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco sin síntomas psicóticos: Debe cumplir los criterios de manía sin síntomas psicóticos y haber presentado al menos otro episodio hipomaníaco, maníaco, depresivo o mixto.
• F31.2 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco con síntomas psicóticos: Debe cumplir los criterios de manía sin síntomas psicóticos y haber presentado al menos otro episodio hipomaníaco, maníaco, depresivo o mixto. Los síntomas psicóticos pueden ser congruentes o no congruentes con el estado de ánimo.
• F31.3 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo leve o moderado.
• F31.4 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave sin síntomas psicóticos.
• F31.5 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave con síntomas psicóticos.
• F31.6 Trastorno bipolar, episodio actual mixto: Es la sucesión rápida de síntomas maníacos, hipomaníacos y depresivos. El diagnóstico de trastorno bipolar sólo deberá hacerse di ambos tipos de síntomas, depresivos y maníacos, son igualmente destacados durante la mayor parte de la enfermedad, que debe durar como mínimo dos semanas.
La clasificación DSM-IV divide los trastornos afectivos en trastornos bipolares, trastornos depresivos y otros trastornos del estado de ánimo. Los trastornos bipolares se han dividido en trastorno bipolar I, trastorno bipolar II, trastorno ciclotímico y trastornos bipolares no especificados. Como categorías aparte están el trastorno del humor inducido por sustancias y el trastorno del humor debido a enfermedad médica.
Dentro del trastorno bipolar I se diferencia el episodio maníaco único de los recurrentes y dentro de éstos últimos se especifica cómo fue el episodio más reciente: hipomaníaco, maníaco, mixto y otros. Este trastorno se caracteriza por uno o más episodios maníacos o mixtos. Con frecuencia han presentado uno o más episodios depresivos mayores.
El trastorno bipolar II se caracteriza por presentar uno o más episodios depresivos mayores acompañado de al menos un episodio hipomaníaco, pero nunca episodios previos maníacos. Esta subdivisión en bipolar I y II tiene gran importancia por la presencia de características diferenciales de tipo clínico, genético, o evolutivo que hace pensar en dos formas distintas de enfermedad, se habla de que el t. bipolar tipo I es una forma clínicamente más severa, con mayor importancia de síntomas psicóticos y de episodios mixtos, así como una peor respuesta profiláctica al litio y mayor riesgo de trastornos afectivos en la familia.
La ciclotimia se define como una alteración del estado de ánimo crónica (duración de al menos dos años), con fluctuaciones (alternancia de periodos hipomaníacos)
Para el diagnóstico necesitamos realizar una buena historia clínica, investigar bien los antecedentes familiares así como un buen y completo examen mental.
En cuanto al tratamiento si comparamos la abundancia de medicamentos nuevos que han surgido en los últimos años para el tratamiento de enfermedades mentales graves como la esquizofrenia y la depresión, la ausencia de avances en cuanto a nuevas opciones de fármacos para los pacientes con trastorno bipolar ha resultado ser cada vez más frustrante y desalentadora. Actualmente los estabilizadores del humor de los que disponen las personas que sufren este trastorno se limitan a los antiguos recursos: litio (Eskalith, Cibalith-S, Lithobid) y el más nuevo, sodio divalproex (Depakote). Aunque estos medicamentos han demostrado ser útiles para muchas personas, hay un grupo bastante numeroso de personas con trastorno bipolar que no se han beneficiado de estas opciones o que padecen de efectos secundarios problemáticos. Por esto, muchos médicos han empezado a experimentar con medicamentos que se recetan para el tratamiento de otras enfermedades, pero que en algunos estudios se ha demostrado su eficacia para tratar a personas que padecen de trastorno bipolar. Este tipo de uso de medicamentos se conoce como "sin apego a la etiqueta" (off label).
Carbamazepina (Tegretol): Debido a su aparente eficacia como estabilizador del humor, Tegretol ha pasado a ser la opción de tratamiento de primera línea, a pesar que la FDA nunca lo ha aprobado para el tratamiento del trastorno bipolar. Se han visto varios efectos secundarios de diversos tipos, puede tener interacciones negativas si se usa con Prozac, Luvox y litio.
Lamotrigina (Lamictal): Varios estudios indican que posiblemente Lamictal también ayude a estabilizar el humor. Se ha demostrado que el fármaco es un antidepresivo más potente que Tegretol o Depakote y parece tener una baja incidencia de efectos secundarios como aumento de peso y pérdida de cabello.
Gabapentina (Neurontin): Se ha demostrado que también es eficaz como estabilizador del humor Neurontin no tiene una relación química con ningún otro anticonvulsivante. Asimismo, este fármaco ha sido sujeto a varios estudios, dos de los cuales se presentaron en la asamblea de este año de la APA. Parece funcionar más para aliviar la manía que la depresión y también parece ser un agente contra la ansiedad, más potente que Depakote y Tegretol.
Topiramato (Topamax): Anticonvulsivante que parece ayudar a regular el humor, la ventaja aparente de este anticonvulsivante sobre otros es que no parece ocasionar aumento de peso, sino que más bien podría ayudar a disminuirlo.

ABS-103: Actualmente, este fármaco se está sometiendo a estudios preclínicos para evaluar su potencial como tratamiento para epilepsia, migrañas y manía. La evidencia sugiere que puede ser tan eficaz como Depakote, pero sin ocasionar tantos efectos secundarios. De hecho, podría ser que ABS-103 fuera seguro para las mujeres en edad reproductiva.
La nueva generación de fármacos que se utilizan para tratar la esquizofrenia, conocidos como antipsicóticos atípicos, también se han investigado en ciertos estudios como posibles opciones de tratamiento para el trastorno bipolar.
Olanzapina (Zyprexa): Aunque recientemente la FDA negó la autorización para su comercialización para el tratamiento del trastorno bipolar, en algunas pruebas Zyprexa ha demostrado ser eficaz para tratar la manía cuando se usa junto con otros medicamentos. Un efecto adverso, el aumento excesivo de peso, puede ser problemático para algunos pacientes y puede conllevar a que no se cumpla con el régimen.
Fumarato de quetiapina (Seroquel): Antipsicótico atípico que actualmente se está investigando para usarse en el tratamiento del trastorno bipolar.
Los bloqueadores de la sustancia P son otro tipo de medicamentos recién creados que también podrían ser eficaces para ayudar a regular el humor. Esta clase de fármacos toma su nombre de la forma en que funcionan, estos medicamentos bloquean una substancia química cerebral llamada sustancia P. Esta sustancia se descubrió en 1931 y los medicamentos diseñados para funcionar contra dicha sustancia a menudo se han usado en forma experimental, pero nunca con éxito, en intentos de tratar padecimientos como neuralgia crónica, migrañas, ansiedad y asma. En un estudio reciente de un bloqueador de sustancia P denominado MK-869 se determinó que el fármaco funciona tan eficazmente como el SSRI Paxil, y ocasiona menos de los efectos secundarios que afectan la función sexual.
Sin embargo no hay que olvidar que estamos tratando con pacientes y que cada uno es diferente, la farmacoterapia no es la solución, ya que podemos apoyarnos de la psicoterapia y psicoterapia cognitiva de urgencia(PCU), y algunos otros métodos no tan convencionales como la terapia electro convulsiva (TEC).
BIBLIOGRAFIA
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• Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. www.innn.salud.gob.mx
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• Kaplan and sadocks. Synopsis of psychiatry. 9ª Ed. Lippincott Williams and Wilkins. Press 2003
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• Evans DL. Depresion y trastornos bipolares, Mc Graw Hill, Seccion 1 cap.3.