ARTICULO DE PSIQUIATRIA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA

EL SÍNDROME DE ASPERGER EN LA ESCUELA
AUTOR
LIC. JANETH OLIVERA
DR. SORIANO PA

El síndrome de Asperger fue descrito en 1944 por el pediatra vienés Hans Asperger2. Casi coincidió cronológicamente con la descripción del autismo llevada a cabo por Leo Kanner un año antes. Su interés quedó muy relegado hasta que Lorna Wing utilizó el término Síndrome de Asperger en un trabajo publicado en 1981. A partir de entonces, se ha ido develando la importancia de este trastorno, tanto por su elevada prevalencia, como por la repercusión social que comporta en las personas que lo padecen.
El síndrome de Asperger es un trastorno severo del desarrollo, que de acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadísticos de los Trastornos Mentales (DSM-IV) y a la Clasificación Estadística Internacional de las Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-10), se clasifica dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo.
Es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1000 nacidos vivos) que parece tener mayor incidencia en niños que niñas2. Recientemente es reconocido por la comunidad científica, como entidad diferenciada del autismo, en el que el grado de funcionalidad es el que marca la diferencia.
El Síndrome de Asperger conlleva una etiología multifactorial, (v. g. alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información). La persona que lo presenta tiene un aspecto e inteligencia normal y se manifiesta de diferente manera en cada persona6. Sin embargo, tienen en común la afectación de tres áreas importantes del desarrollo: el área social y emocional, el área de la comunicación y del lenguaje; y por último, sin ser menos importante, el área conductual y cognitiva.
Si éstas tres áreas son sumamente requeridas para la integración a un ambiente, llámese familiar, escolar y/o comunitario, ¿qué pasa cuando un niño con Síndrome de Asperger se inicia en una escuela regular? Si bien es cierto que educar a un niño es una tarea compleja, lo es aún más con un niño a quien le es difícil comprender los cambios espontáneos y adaptarse a las situaciones nuevas, ya que para él significa una experiencia llena de novedades que podría resultarle amenazante, lo que aumentaría su ansiedad y estrés. Cabe mencionar que su inflexibilidad y su falta de capacidad para aceptar los cambios hacen que se estresen con facilidad y sean emocionalmente vulnerables8. Deben ser preparados de antemano, cuando sea posible, frente a cambios y transiciones tales como cambios de horarios, días de vacaciones9.
Es importante que los maestros o asistentes que traten con niños Asperger les tengan un gran respeto y cariño; la actitud general afecta a todo el ambiente de aprendizaje. Hay que tener en cuenta que el niño demanda mayor tiempo y atención. Cuando se les deja solos en este proceso su confusión e incomprensión de las normas que rigen la vida cotidiana escolar, pueden generar conductas disruptivas, agresividad, aislamiento o crisis emocionales que dificultarán enormemente su integración a la escuela7. Por ello es conveniente mejorar la educación para propiciar y facilitar su inserción a escuelas regulares, ya que por su nivel de inteligencia no deben estar en escuelas especiales, pero las escuelas normales también los rechazan5, tal como fue encontrado en una investigación con treinta alumnos entre 11 y 18 años de edad, quienes reportaron haber tomado el recreo dentro del salón de clases o en la biblioteca debido a los señalamientos y exclusiones de sus compañeros, resultando así que la inactividad en la interacción tiene una importante relevancia para su autoestima y su aceptación social9.
Los profesores deben aprovechar al máximo las áreas de interés especial del niño, ya que aprenderá mejor. También se puede recompensar al niño con actividades que sean de su interés cuando haya realizado satisfactoriamente otras tareas o comportado adecuadamente.
Así como la actitud del educador es factor indispensable para orientar a un niño con Síndrome de Asperger, también lo es el inmueble. Por esta razón, Olivar y De la Iglesia (20095) sugieren un esquema claro que represente las instalaciones escolares, es decir, acompañarlo durante un recorrido por la escuela para que pueda ubicar el baño, el patio de recreo, los salones de clases, la salida y de ser posible, mencionarle al niño la hora en la que se está dentro de las mismas. Además de determinar el asiento que ocupará y mostrárselo, es necesario comunicarle que a su lado se sentará un compañero; así como explicarle paso a paso la cotidianeidad de un día de clases, así como llevar una agenda en la que registre el material necesario para cada materia. Para la socialización e integración es necesario promover la realización de actividades y juegos que permitan relaciones interpersonales positivas entre los alumnos (v. g. campeonatos de juegos de mesa, excursiones, etc.)3


Hay que asegurarse de que el personal de la escuela fuera del salón de clases (profesor de educación física, personal de intendencia, bibliotecarios, etc.) esté familiarizado con el estilo y las necesidades del niño y hayan recibido orientación adecuada para tratarlo.
Los profesores juegan un papel vital a la hora de ayudar a los niños con Síndrome de Asperger a negociar con el mundo que les rodea. Debido a que frecuentemente son incapaces de expresar sus miedos y sus angustias, dependen de la actuación de determinados adultos para sentirse seguros y vivir el mundo exterior. Los profesionales que trabajan con estos jóvenes en las escuelas deben proveerles de la estructura externa, la organización y la estabilidad de la cual carecen1. El uso de estrategias de enseñanza creativas con personas que sufren de este síndrome es fundamental, no solamente para facilitar el éxito académico, sino también para ayudarles a sentirse menos alejados de los demás seres humanos y menos sobrepasados por las demandas ordinarias de la vida cotidiana.
Para las escuelas, tener alumnos con dificultades y pedir para ellos especialistas o elementos que puedan ayudarles en sus estudios es molesto y puede significar un problema y una pérdida de prestigio porque todas las instituciones educativas prefieren tener alumnos que sobresalgan y den buen nombre al mismo. De lo que no se dan cuenta es que si a un alumno con dificultades pueden ayudarlo a salir adelante, su prestigio, precisamente, aumentará.
BIBLIOGRAFÍA
• (1) Adams C.L. Supporting students with autism spectrum disorders in inclusive settings. Intervention in School and Clinic. 2009; 45(1), pp. 31-37.
• (2) Asperger- Syndrome .me.uk Octubre de 2010. Disponible en:
http://www.asperger-syndrome.me.uk/history.html
Consultado en Octubre 25, 2010
• (3) Asociación Asperger Argentina. Victimización en la escuela y Síndrome de Asperger. ¿Qué hacer? Orientaciones para los profesores. Noviembre 2005 Disponible en:
http://www.asperger.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=72
Consultado Octubre 27, 2010
• (4) Federación Asperger España. Marzo 2005
http://www.asperger.es/
Consultado en Octubre 25, 2010
• (5) Olivar Parra José-Sixto y De la Iglesia Gutiérrez Myriam. Intervención psicoeducativa en autismo de alto funcionamiento y síndrome de Asperger. Manual práctico. Editorial Ciencias de la Educación Preescolar y Especial (CEPE). 2009 (124 páginas)
• (6) Sepúlveda Salazar Magaly. Los profesores y el Síndrome de Asperger. Atinachile. Noviembre 2008; (1 página) Disponible en: http://www.atinachile.cl/content/view/316006/Los-profesores-y-el-Sindrome-de-Asperger.html#content-top
Consultado Octubre 27, 2010
• (7) Sepúlveda Salazar Magaly. Iniciación a la escolaridad de los niños y niñas con Asperger. Atinachile. Noviembre 2009; (1 página) Disponible en: http://www.atinachile.cl/content/view/670707/INICIACION-A-LA-ESCOLARIDAD-DE-LOS-NINOS-Y-NINAS-CON-ASPERGER.html#content-top
Consultado Octubre 27, 2010
• (8) Williams, Karen. Understanding the Student with Asperger Syndrome: Guidelines for Teachers. Focus on Autistic Behavior, Junio 1995. 10 (2), pp. 9-17
• (8) Naylor, Paul. Bullying of children with autism in secondary schools. Research Autism. September 2007 No. (3)