jueves, 31 de marzo de 2011

MALTRATO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES: ALGUNOS ASPECTOS EN MÉXICO.

MALTRATO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES: ALGUNOS ASPECTOS EN MÉXICO.

Lic. en Psic. Ma. Elena Corchado Chávez.
Dr. Angel Mauricio Soriano Perez

Pharmed Solutions Institute


El maltrato hacia los niños es un fenómeno que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su existencia, sin embargo hasta el año 1999, la Organización Mundial de la Salud, lo considera como un problema de salud pública. En nuestro país los esfuerzos han sido valiosos, pero insuficientes, lo que hace necesario que todos aquellos profesionales que trabajamos con esta población reconozcamos el problema, las diferentes formas en que se presentan, conozcamos los indicadores y signos que deben alertarnos, las instituciones que prestan atención interdisciplinaria para su derivación y la creación de programas de prevención para toda la población.

A lo largo de la historia de la humanidad, ha existido el maltrato infantil, y esto ha dependido de las creencias filosóficas y religiosas del momento histórico, en la antigüedad existían criterios muy difundidos que aprobaban prácticas que actualmente calificaríamos como trato abusivo a menores, en nuestro país aún continúa vigente la idea de que los castigos físicos son necesarios para imponer disciplina y que son muestras de interés y amor a los hijos, que los hijos son parte de la propiedad privada y se puede hacer con ellos lo que se quiera.

Aunque en la época prehispánica de todos es sabido que se hacían sacrificios humanos, incluidos los niños y adolescentes, el fin no era el maltrato, se deseaba agradecer, agradar o solicitar bienestar colectivo, incluso de los otros hijos.

En una cultura guerrera como la mexica, en cuya ideología teocrática, regía la mística guerrera por medio del terror, se aprobaba la colocación de púas de maguey por desobediencia, quema de pelo, cuando el niño mentía, limitación de alimentos al ladrón.
Los mazahuas obligaban al niño desobediente a mantener inclinada la cabeza inhalando el humo que se producía al quemar chiles secos.

Entre los aztecas no había niños desposeídos, pues aunque se trababa de una cultura guerrera y buen número de padres morían, los niños eran cuidados por mujeres ricas y nobles. En caso de divorcio, siendo pequeños se quedaban al cuidado de la madre, y siendo mayores podían elegir con quien vivir; y si había controversia, las niñas se quedaban con la madre y los niños con el padre.

Es después de la colonia, que aparecen niños huérfanos, con malformaciones producto de violaciones, hijos ilegítimos, mendigos, niños con diferencias raciales, etc. Todos ellos maltratados.

En 2005 el informe del Estado Mundial de la Infancia resalta que millones de niños y niñas viven una infancia cruda y brutalmente diferente al ideal que todos aspiramos, elevándose las cifras de mortalidad infantil en el mundo por el VIH/SIDA, los conflictos armados, pobre o nula atención médica, deprivación nutricia y emocional, etc, traicionando todos nosotros como sociedad su confianza y su esperanza de vivir.

La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en la que participan 15 países y de la que México forma parte, informó que en la década de los años 90, sólo en Canadá, EUA y Noruega redujeron el índice de pobreza en la infancia, mientras que en México aumentó y con el índice más alto, llegó al 27.0%.

La OMS estima que alrededor de 40 millones de niños entre cero y 14 años, sufren alguna forma de maltrato físico, de negligencia o de ambos, por lo que alcanza la dimensión de un problema de salud pública mundial, se considera reemergentes porque en las últimas décadas la comunidad médica y paramédica, los medios de comunicación, y la comunidad en general se han encargado de su estudio y atención.

En México no se cuentan con cifras confiables de la presentación de estos casos, pues no existe una cultura de la denuncia, por lo que sólo existe un subregistro. Las cifras que han publicado instituciones gubernamentales hacen considerar que el 10% de cualquier comunidad pediátrica es víctima de alguna forma de maltrato y que de 100 niños maltratados sólo uno sea atendido.

Loredo-Abdalá define al maltrato infantil como “Toda agresión u omisión intencional dentro o fuera del hogar contra un menor(es), antes o después de nacer y que afecte su integridad biopsicosocial, realizada habitual u ocasionalmente por una persona, institución o sociedad, en función de su superioridad física y/o intelectual”.
Como elementos básicos para que el fenómeno se dé, tenemos:
1.- Un niño “especial”
• Tener una malformación congénita sin que importe su severidad.
• Sufrir un padecimiento crónico.
• Tener daño neurológico de expresión variable.
• Ser un niño no planeado o deseado.
2.- Un agresor.
• Haber sido víctima de maltrato en su niñez.
• Consumir alcohol o sustancias en forma consuetudinaria.
• Desempeñar papeles de padrastro o madrastra.
• Incapacidad parental (física o mental).
3.- Un detonante.
• Pérdida súbita del empleo.
• Descompostura de un aparato doméstico.
• Tener una vivienda sin o con mínimos servicios.
• Disfunción conyugal.
• Vivir en una zona de conflicto ambiental o bélico

El maltrato infantil se clasifica en sus formas básicas, en cuatro rubros:
1.- Abuso físico.- Cuando un niño o adolescente presenta lesiones internas o externas como consecuencia de una acción violenta. Se clasifican de la siguiente manera:
• Traumatismo o quemadura directa.
• Síndrome del niño sacudido.
• Asfixia o sofocamiento.
• Envenenamiento.

2.- Abuso sexual.- Es una interacción sexual que puede o no ser física entre un niño y un individuo de una mayor edad, quien lo utiliza en forma violenta, con engaño o seducción, para su estimulación sexual, la del menor o la de otro. (referencia articulo). Su clasificación tomando en cuenta el contacto físico puede ser:
• Abuso sexual con contacto físico.
• Abuso sexual sin contacto físico.
La clasificación con base en el mecanismo de agresión:
• Violación
• Incesto.
• Estupro.
• Hostigamiento sexual.
• Inducción y fomento de la prostitución.
Se puede también clasificar por el sitio donde es perpetrado:
• Abuso sexual intrafamiliar.
• Abuso sexual extrafamiliar.
3.- Abuso psicológico.- Es toda acción u omisión intencional que un individuo de edad mayor a la del niño ejerce contra éste, afectando su desarrollo cognoscitivo (psicomotor, inteligencia, lenguaje, memoria, atención, etc.), emocional (autoestima, autoconcepto, integridad corporal, independencia, capacidad de expresarse, etc.), y sus habilidades de socialización, y por lo tanto, la integración de su personalidad”.
Entendiendo por acción:
• La agresión verbal. La constante que ofende, humilla y denigra el autoconcepto del menor.
• Rechazo: Conductas que indican abandono, como no mostrar afecto ni reconocimiento a los logros del niño.
• Terror: Amenazar al niño, imponiéndole castigos vagos o extremos con lo que se crea un ambiente de amedrentamiento.
• Corrupción: Actitudes de los padres con las que socializan mal al niño y refuerzan una conducta antisocial desviada.
Entendiendo por omisión:
• Aislamiento: Evitando que el niño mantenga y aproveche las oportunidades normales de relación social de manera positiva y activa.
• Indiferencia: Falta de disponibilidad psicológica de los padres, los que permiten el uso de sustancias adictivas, conductas de inadaptación, además de no cumplir con los cuidados emocionales que requiere el menor.
• Desapego: Inatención pasiva o pasiva-agresiva de los padres hacia las necesidades del niño, que evita la creación de un vínculo afectivo positivo y mutuo.
4.- Abuso por negligencia.- Se expresa en la dificultad o en la incompetencia de los padres para salvaguardar de forma correcta la salud del niño, así como asegurar su bienestar. Se clasifica en tres tipos:
• Física: Es la falla de proporcionar al niño necesidades de alimento, vestido, cuidados en el aseo, negación o demora en la atención médica o cumplimiento del tratamiento indicado, por lo que el menor no puede desarrollar su potencial de crecimiento y desarrollo.
• Seguridad: Se refiere al cuidado del ambiente del niño, sus condiciones higiénico-sanitarias. Que se le proteja de tener acceso a armas de fuego o de cualquier tipo, drogas o sustancias venenosas, agua a temperaturas elevadas, contacto con energía eléctrica, etc.
• Educacional: Falla en asegurar la asistencia del niño a la escuela, se prevenir el ausentismo, llegada tarde o no cumplir con los requerimientos establecidos.
Así tenemos artículos publicados por investigadores mexicanos relacionados al maltrato a los niños, que incluyen temas como:
• Las manifestaciones ortopédicas. Pues un tercio de los pacientes maltratados son atendidos por un ortopedista, presentando fracturas costales posteriores (que se presentan del 5 al 27%), fracturas de escápula, fracturas de fémur el 30% de los niños de menos de 4 años son maltratados, en niños menores de 2 años el 79% en bebés de menos de 3 meses hasta el 83%. Fracturas de cráneo con hemorragia subdural en el caso del síndrome por sacudimiento.
• La discapacidad y su asociaron con el maltrato infantil. Al analizar los datos de 35 agencias de Servicios de Protección Infantil, se en halló que 14.1% de los niños maltratados tenía una discapacidad. También se encontró que los niños discapacitados son 1.8 veces más susceptibles a sufrir negligencia, 1.6 veces mas de maltrato físico y 2.2 de abuso sexual.
• Indicadores clínicos y sociales de maltrato físico en niños con cáncer. Un niño con enfermedad crónica tiene 1.7 veces mas riesgo de maltrato.
• Un estudio sobre el maltrato de pacientes pediátricos con padecimientos crónicos en una unidad médica de alta especialidad en el Estado de Sonora, se encontró que 37% sufrió maltrato psicológico, 24% físico y 6% sexual.
• Obesidad y maltrato infantil. El maltrato infantil puede aumentar los riesgos psicosociales relacionados con el desarrollo y mantenimiento de la obesidad. Actualmente observamos con mayor frecuencia el consumo de alimentos como una forma de compensar la falta de afecto y la hostilidad en el ambiente del niño. (referencia)
Se ha planteado que el abuso sexual está relacionado a conductas impulsivas en los trastornos de la alimentación, (ref) algunas mujeres que sufrieron abuso sexual pueden volverse obesas como forma de protección contra el acoso sexual de agresores.
Por otro lado, la obesidad en niños y adolescentes puede ser causa de aislamiento, intimidación, marginación, insultos, burlas e incluso agresión física por parte de sus pares, principalmente en el ambiente de la escuela, que como consecuencia, pueden presentar dificultad para tener amigos, pobre adaptación social, bajo rendimiento escolar, ausentismo, abandono de los estudios, ansiedad, baja autoestima y depresión.
• En un estudio realizado en el Centro Comunitario de Salud Cuauhtémoc en 2005 con mujeres de 18 a 65 años de edad, alfabetas, con diagnóstico de trastorno depresivo mayor o trastorno distímico (DSM-IV), se encontró que las mujeres con historia de maltrato físico obtuvieron calificaciones significativamente más elevadas en el Inventario de Depresión de Beck en comparación con quienes no lo habían sufrido. Este resultado fue independiente del diagnóstico, sin embargo el riesgo suicida no varió significativamente en función de la historia de maltrato físico. Los resultados muestran que aproximadamente tres de cada cuatro mujeres con TDM o TD experimentaron maltrato físico en la infancia.
• Maltrato y suicidio infantil en el Estado de Guanajuato. Estudio descriptivo que tuvo como objetivo determinar la presencia de algún tipo de maltrato infantil en los niños que cometieron suicidio en este Estado entre 1995 y 2001. la metodología fue expost-facto, dado que la técnica de recolección de datos fue autopsia psicológica. Fueron analizados el 69% de los suicidios en menores de ocho a catorce años, con una media de 12.55 años. El 51.7% de los suicidas padecieron algún tipo de violencia: el 31%, maltrato psicológico, el 41.1% maltrato físico, 10-34% maltrato por negligencia y 3.4% abuso sexual. Más de la cuarta parte sufría dos o mas formas de maltrato. 65.5% consumía alcohol, el 26.3% drogas y el 26.3% tenían intentos suicidas previos por algún miembro de su familia.
Formas poco consideradas y revisadas por autores mexicanos son:
• Síndrome de Münchausen por poder. El DSM-IV, recomienda utilizar el término “Enfermedad ficticia por poder”, con sus variantes:
Inducido. Suceso habitualmente agudo, se da cuando un adulto emplea una sustancia que altera el estado de salud del niño. (ej. Una intoxicación)
Facticio. Estado de enfermedad artificialmente provocado por un adulto mediante la administración intencionada de un producto y que causa una manifestación clínica.
Ficticio. Corresponde a un evento irreal e imaginado por la madre que la lleva inclusive a alterar muestras de laboratorio o falsificar resultados. El progenitor elabora una historia clínica falsa que no se puede documentar (ej. Contaminación de la orina con sangre de la madre)
Fabricado. El perpetrador planea y ejecuta a largo plazo algún proceso que daña al menor.
• Abuso fetal. Es todo acto, que de manera intencional o negligente, afecte al producto de la gestación en cualquiera de sus etapas, como exposición a medicamentos, alcoholismo, tabaquismo, consumo de drogas, alimentación de la madre, etc.
• Ritualismo satánico. En este tipo de rituales, existe una unión entre los aspectos religiosos, mágicos o sobrenaturales mediante los cuales el agresor o grupo de agresores infunden miedo a los niños. En algunos casos el abuso sexual forma parte de la completa introducción del niño en el grupo.
En 1978, en Jonestwon, Guyana, 900 personas pertenecían a la secta “El templo del Pueblo”, a los niños se les disciplinaba con golpes de cinturón, hebillas de hierro, electrochoques, etc. Ahí fallecieron 287 niños que bebieron cianuro con Kool-iad. En 1993, en Waco, Texas David Koresh, de 33 años, quien tenía un gran conocimiento de la Biblia era capaz de convencer a cualquiera de su ideas religiosas y sexuales, los niños sufrieron de abuso físico y sexual y 17 de ellos murieron calcinados en el episodio final de esta secta.
• Niños en y de la calle. Todos ellos expuestos a un medio sumamente hostil, con consecuencias sobre su salud, pues con frecuencia son víctimas de la propia autoridad, pares o cualquier persona mayor, de traumatismos, abuso sexual y/o explotación sexual, encarcelamientos, abuso de sustancias, tortura, amenazas. Etc.
• Niños en la guerra. Niños que, por las condiciones bélicas de su país, son despojados de su familia y víctimas de toda clase de agresiones físicas, mentales y sociales. A temprana edad tienen contacto con el empleo de armas y con mucha frecuencia son reclutados como soldados. Las razones para su reclutamiento es que los niños son obedientes, no cuestionan las ordenes y no exigen un salario. Estos niños pueden presentar alteraciones en el estado nutricio, desaceleración del crecimiento físico, infecciones de vías respiratorias y de piel, enfermedades de transmisión sexual, problemas auditivos y visuales, mutilaciones, Trastorno por Estrés postraumático, depresión, ansiedad, deficiencias en el desarrollo neuropsicológico.

En cuanto a estrategias de prevención, también tenemos como comunidad profesional, un déficit respecto al maltrato infantil. En una evaluación de estrategias de intervención primaria del maltrato infantil, se concluyó que aunque existen dichos programas a nivel internacional, la publicación limitada de los programas, la heterogeneidad de los modelos de intervención, las deficiencias metodológicas en su desarrollo y evaluación son factores que dificultan su impacto y trascendencia.

Un esfuerzo muy importante en nuestro país ha sido la creación de la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado (CAINM-INP-UNAM) donde se ha establecido el Curso de Postgrado para médicos especialistas, lo que ha permitido que los pediatras se preparen específicamente en este tema, además de ser uno de los Centros de mayor investigación, divulgación y atención de esta problemática .

Un intento serio de los últimos años en nuestro país, ha sido la conformación del Comité para el Estudio y la Atención Integral al Niño Maltratado (CEAINM) donde se busca obtener conclusiones consensuadas sobre los aspectos básicos del tema, desarrollar una definición precisa, clara y consensuada, precisar las formas básicas de esta patología, estandarizar aspectos clínicos, sociales y jurídicos, implementar la nomenclatura del tema de acuerdo al CIE-10, establecer una Red Nacional de Registro, plantear una Norma Técnica sobre maltrato infantil, diseñar, aplicar y fomentar programas de enseñanza en los diferentes niveles de preparación profesional, desarrollar proyectos de investigación y proponer que la CAINM se considere como un organismo consultor y asesor de las Instituciones responsable de este problema.

La CEAINM se constituyó con representantes de organismos académicos y civiles que trabajan en este campo, la definición consensuada a la que se llegó es:
“Toda agresión u omisión física, sexual, psicológica y de negligencia intencional, contra una persona de la menor edad, en cualquier etapa de la vida y que afecte su integridad biopsicosocial.
Esta acción puede ser realizada habitual u ocasionalmente dentro o fuera de su hogar; por una persona, institución o sociedad en función a su superioridad física, intelectual o económica.”
Las instituciones que participaron fueron:

• Albergue Temporal de la Procuraduría del DF
• Centro Nacional para la Salud de la Infancia
y de la Adolescencia SSA (CeNSIA)
• DIF Nacional
• DIF GDF
• Fundación en Pantalla contra la Violencia Infantil FUPAVI
• Hospital Infantil de México Federico Gómez
• Hospital Pediátrico Coyoacán
• Hospital Pediátrico Iztacalco
• Hospital Pediátrico Iztapalapa
• Hospital Pediátrico Legaria
• Hospital Pediátrico Moctezuma
• Hospital Pediátrico Tacubaya
• Instituto Nacional de las Mujeres. INMUJERES
• Instituto Nacional de Pediatría. (CAINM-INP-UNAM)
• Instituto Nacional de Psiquiatría
• Hospital Infantil del Estado de Chihuahua
• Hospital Infantil del Estado de Sonora

La nomenclatura para registrar los casos de maltrato infantil y sus modalidades de acuerdo al CIE-10 se presentan en el cuadro:
Formas básicas Formas poco consideradas Formas poco conceptualizadas

Abuso físico
Abuso sexual
Abuso psicológico
Abuso por negligencia
Síndrome de Munchausen por poder
Abuso fetal
Maltrato étnico
Ritualismo satánico
Niños en situación de calle
Niños en situación de guerra
Niños migrantes
Niños trabajadores
Violencia entre pares (bullying)
Alienación parental
Maltrato por depredación
Niño expósito
Niño abandonado

Otro avance importante, es la elaboración de protocolos de intervención, en CAINM-IPN, se ha propuesto una guía para la atención del abuso sexual infantil, donde se destaca la necesidad de una evaluación interdisciplinaria, sistematizada, metódica y ética.

Los anteriores, son todos esfuerzos de profesionales preocupados y ocupados en el bienestar de nuestros niños, pero la intervención para la prevención, detección y tratamiento es una tarea de todos, por lo que la educación a los mismos niños y jóvenes que en el futuro serán padres, así como a los padres de hoy, es indispensable.

Son necesarios programas que ayuden a los padres a ejercer una crianza humanizada, respetando los derechos de los niños y adolescentes, en un proceso social capaz de segurar el bienestar de los niños.

La crianza humanizada considera a los niños y adolescentes como gestores de su desarrollo, teniendo como modelos a los adultos; se pretende que los niños hagan, alcancen, esperen, necesiten, sientan, les guste y sean lo que ellos pueden y deben ser. Viviéndose como seres humanos en formación, con derechos y responsabilidades, con valores que se construyen y reconstruyen, con una disciplina basada en el ejemplo y el diálogo, inductor al autocontrol, con interés en preguntarse ¿quién soy? Y no sólo ¿cuánto tengo?

En la crianza humanizada es fundamental la protección; amparar, favorecer y defender a los niños y adolescentes no la sobreprotección que retarda la autonomía y la responsabilidad intentando evitar que los niños carezcan de lo que carecieron sus padres.

La crianza humanizada promueve que los niños no vivan sobreexigidos, trabajando, mendigando o realizando quehaceres hogareños en desmedro de sus derechos ni la exigencia en la participación en eventos múltiples como clases de artes, deportes, etc.

Nuestra niñez es el mayor reto de nuestro futuro.


REFERENCIAS.


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