jueves, 31 de marzo de 2011

DEPRESION EN LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA.

DEPRESION EN LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA.
LIC. VANESSA LIZBETH ZARATE PEREZ
DR. SORIANO PEREZ ANGEL MAURICIO




La depresión se define como un estado emocional que se caracteriza por pensamientos tristes o pesimistas, sentimientos de inutilidad y falta de confianza en si mismo. Es un desorden emocional caracterizado por una respuesta inadecuada a los estímulos, de tal forma que quien la padece se muestra apático, sin ánimo y con poca iniciativa. Cabe aclarar que puede haber grados de depresión como depresión analítica: Periodo de retracción y de tristeza en los niños muy pequeños como reacción ante una separación prolongada de los padres. O la depresión enmascarada: Son aquellos casos en los que la depresión de un niño queda oculta tras otros problemas como la hiperactividad o la delincuencia. También existe la Distimia que es un desorden del estado de ánimo, conocido también como depresión menor o depresión crónica, cuyos síntomas son los mismos de la depresión mayor pero menos intensos, en número y por más tiempo (2 años mínimo)

Aun que los conceptos anteriores no son definitivos, ni caracteriza toda la población en estado depresivo, si facilita el caer en cuenta a aquellas personas que estén padeciendo esta situación.
Durante algún tiempo han sido pocos los investigadores que se han interesado en la población infantil y adolescentes. Diversos autores conceptúan a la depresión; como Spitz, que menciona; es una carencia afectiva masiva por abandono y ligada la separación en los primeros meses de la vida y presentan algunos cambios de conducta como da algunos ejemplos como el aislamiento, perdida del apetito. Bowlby, protesta-separación-desapego (separación de la madre). Weinberg -estado de animo disfórico y melancolía, y síntomas como agitación, trastornos del sueño, cambios en el rendimiento escolar y la actitud hacia la escuela, disminución de la socialización, perdida de energía y cambios en apetito y peso, (durante un año). J Pierce estado de animo bajo pensamientos mórbidos o suicidas, afectación del sueño y del apetito, irritabilidad, hipocondriasis, síntomas alimentarios, no asistencia al colegio, alteración de la percepción (por ejemplo delirios o ideas observaras de realidad.


Otros autores como Kaslow, Morris y Rem, 1998; mencionan que la depresión en la niñez ha sido un tema controversial por algunas décadas. Tradicionalmente la teoría psicoanalítica sugiere que la depresión no puede ocurrir en la niñez porque la representación psicológica de si mismo no esta suficientemente desarrollada. Algunos expertos indican que la depresión infantil es fabricada por otros síntomas, como la enuresis, berrinche, mal humor, hiperactividad, problemas en el aprendizaje, vagancia, etcétera. Como sea la mayoría de los investigadores ahora están de cuerdo que la depresión en la niñez es semejante a la del adulto en muchos sentidos, pero hay tipos específicos de comportamiento. Las causas no son definitivas, ya que dependerá del contexto y temperamento del niño o adolescente, sin embargo, se debe considerar que la mayoría de los autores concuerdan con la mayoría de los síntomas.
Niños y adultos pueden caracterizarse por un humor depresivo y estar menos interesado en actividades productivas, pero los problemas de los adultos están relacionados al trabajo y el matrimonio; por el contrario los niños pueden tener problemas académicos y exhibir una variedad de conductas inapropiadas como la agresión, robo, conducta antisocial, e ir más allá.
La depresión en la niñez puede estar acompañada por otros desordenes (déficit de atención, desorden de hiperactividad, en la conducta, ansiedad, problemas de aprendizaje, fracaso escolar en entre otros). Y esa experiencia limitada en niños y adolescentes, su capacidad cognitiva puede darles percepciones de depresión que difieren de los adultos.
Desordenes en niños y adolescentes incluyen lo siguiente:
Anhedonia (inhabilidad de experiencia de placer e todas o casi todas las actividades)
Estado de animo deprimido o en general irritabilidad
Alteración del apetito y significante perdida u obtención de peso
Alteración del sueño (insomnio o hipersomnia)
Psicomotor (agitación o retardación)
Perdida de energía, sentimientos de fatiga
Sentimientos de minusvalía (inutilidad), reproche a si mismo, excesiva o inapropiada culpabilidad e imposibilidad para si mismo.
Disminución el la habilidad para pensar o concentrarse, indeciso.
Ideas suicidas, intentos o amenazas de suicidio, recurrentes pensamientos de muerte.
Estos síntomas indican depresión solo si algunos son mostrados en cierto periodo de tiempo y si hay respuestas que sean justificables para las circunstancias de la vida. (ej: como una consecuencia de una muerte en la familia, se esperarían algunos síntomas asociados con depresión durante un periodo de entristecerse).
Es frecuente que durante la infancia se presenten algunos trastornos, como sonambulismo, terrores nocturnos, enuresis, berrinches temperamentales, fobias, timidez y onicofagia (habito de morderse las uñas), conflictos específicos y factores situacionales, sin embargo, no basta con analizar los antecedentes de la infancia para comprender las consecuencias que han dejado durante los primeros años de vida; también es necesario advertir la presencia de sentimientos de culpa, conflictos creados por necesidades inconscientes, de incidentes que en la vida del paciente han tenido algún significado y de tensiones familiares.

Se debe considerar que los miembros de una familia están sometidos a los mismos factores ambientales que puedan establecer la depresión, y que la convivencia con una persona deprimida puede originar el mismo cuadro en alguno de ellos.
Las causas psicológicas; como en casi todas las neurosis, son las circunstancias emocionales las que desempeñan un papel decisivo, y pueden presentarse en los primeros años de vida, y con frecuencia son determinantes los rasgos de personalidad tan arraigados. Sin embargo no son heredados simplemente son aprendidos por una estrecha relación y la dependencia entre los miembros de una familia.

En ocasiones se da por hecho que, casi todos los modelos neuróticos provienen de conflictos y actitudes afectuosas que aparecen dese la niñez y que para entender la neurosis de una persona se deben relacionar los síntomas de la persona con alguna situación problemática que no fue resuelta durante la infancia.

Sobretodo con padres y madres que no ejercen su función como tal. Cuando se enteran ya pasó mucho tiempo. Razón por la cual se debe investigar y profundizar en la conducta infantil y siempre anticiparse a los hechos.
Algo muy significativo es que dentro de la familia existen los mismos síntomas por ejemplo la baja autoestima en esa familia, y no saben a quien recurrir.
En un caso mas especifico como en la adolescencia; son sus profesores que no están especializados solo se sirven de él no para él, (sobretodo en el pago de las colegiaturas). La insistencia en la prevención podría ser una revisión psiquiátrica o terapeuta infantil, y así como se acude al pediatra mes con mes, también es necesario saber sobre su desarrollo emocional, sexual, intelectual, aclarando a los cuidadores que no se trata de desarrollar un rasgo obsesivo y exagerado.
De inicio los padres deberían llevar un tratamiento o revisión psicológica adecuada y prevención a ellos mismos, y de esa forma, hacerles algunas observaciones, por ejemplo: la autoestima del pequeño es igual a la de usted, y hacerles notar que el niño no esta “bien” solo por aprobar año.
Cuando ya se detecto o diagnostico el estado depresivo, nuevamente profundizar, (independientemente de los síntomas ya mencionados) sobre un vacio existencial, si no existe algún aliciente, ningún recurso, falta de control, falta de sentido de existencia.
En el trastorno de ansiedad, el tiempo el estrés mismo de la vida el que llega, elevar su existencia, mitigar el suicidio de cansancio, desafortunadamente el 90% de familias no acompañan emocionalmente ni económicamente. el desgaste psicológico afectivo ya es un ser y escencia yo soy, y esa es mi manera de ser.

Factores que pre disponen
Progenitor ausente, (aborta psicológicamente)
Disponentes, disparadores y perpetuán (los ya mencionados)
Psicobiologicos y culturales.
Es como la vacuna el niño se desarrolle con auto filia y expresar la palabra mágica no, y no es una utopía
Estos papas se enfocaran a que el niño saque dieces y enseñarles a tener buena voluntad un problema de fracaso político, el abordaje que se hace es en el otro extremo de la solución prevención crisis de adolescencia situaciones depresivas problemas existenciales de su edad
De 12 a 14 años el grupo más vulnerable que busca su propia identidad, sentido de pertenencia, algún conocido cercano factor disparador puede ser un experimentador.

En la adolescencia hay esfuerzos por alcanzar la madurez y lograr su independencia en ocasiones es una revolución emocional.
Es cuando entran los padres y sobretodo los especialistas, ya que por sus inexpertos esfuerzos por enfrentarse a situaciones difíciles cuando aún les falta madurez emocional. Y en realidad no es una ley, ya que puede aprenderlo desde la infancia, lo cual es una utopía porque los padres tampoco tienen idea de quienes son ellos mismos, es decir, el cerebro no llegó con un manual, y de igual forma se enfrentan a las mismas situaciones que sus hijos, son una especie habitante del planeta tierra, que se dice a si mismo consciente e inteligente, cuando no tiene la capacidad de dialogar, solo golpea. No conoce la voluntad.
Ya presentándose esta condición, puede provocar trastornos de la personalidad durante la edad adulta. En la adolescencia hay una perdida de “algo” (objeto) que coincide con la perdida de la protección familiar.
Sigue siendo la conexión de mamá y papá y la identificación con el “clan”, ya empieza la separación. De los 11 a 14 ó 15 años son las etapas de desarraigo todo les molesta pero al mismo tiempo les agrada, su dialogo puede ser “quiero estar con ellos (familia), pero ya no los soporto”. Es el renunciar la imagen de sus padres como héroes, personas superiores y confiables, esto les puede producir depresión, en ocasionas se manifiesta como rebeldía y desafío. Hay factores que influyen en el desarrollo normal adolescente, originándole severas depresiones que podrían llevarlo hasta el suicidio. Son la ambivalencia cuando “logran” su independencia, inicio de su actividad sexual y las presiones de sus compañeros. El querer probarse a si mismo y ante el mundo que es un individuo autónomo, el adolescente provoca con frecuencia reacciones antisociales, autodestructivas y extravagantes; y cuando intenta demostrarse que es “su propio jefe”, el adolescente entra en conflicto con sus progenitores o con las autoridades de la comunidad. Las discusiones en casa, la vagancia, la tendencia a consumir alcohol u otra droga, y el fracaso en las labores escolares son ejemplos claros de este proceder. Los acentuados cambios hormonales que se presentaba durante esta fase de la vida determinan el inicio de la actividad sexual. La inexperiencia o el temor hacen que el adolescente recurra a la masturbación. Pero la posibilidad de sufrir un serio daño
Finalmente, en su desempeño por lograr aceptación y par aprobar su hombría el adolescente participa en actos arriesgados y difíciles y colabora en actividades antisociales a fin de lograr la aprobación de la pandilla. Por el mismo motivo se inicia en el uso de las drogas y adopta ciertos estándares del grupo, como cabello largo, ciertos tipos de vestuario, y de conducta (emos, entre otros).
Por fortuna esto no siempre es cierto, del primer año de vida del pequeño a los cinco, aproximadamente el sistema operativo (el intelecto), puede funcionar de forma correcta con ayuda de lo padres o personas a cargo de los niños, iniciar con una conversación y ver al pequeño como una “maquina” y para su buen funcionamiento se debe “conectar su lóbulo frontal”, a través de esa platicas explicando el por si y no de cada situación en la vida diaria. Debe ser un dialogo puro. Seguido de pláticas rompiendo los programas instalados en su cerebro, esto pude darse a partir de los tres años, por ejemplo ¿Qué piensas de la ira?, y ¿crees que sirva de algo?..., son emociones primarias no hay depresión aun. “una charla de helado”. En la que el padre escuchara, no habrá reproches, solo un plática, la cual no sucede, pero seria lo ideal en una verdadera familia.

Referencias.
Octava edición
“Characteristics of emotional and Behavioral Disorders of children and youth”
James M. Kauffman, University of Virginia
Editorial: by Pearson education, Inc. upper Saddle River New Jersey, Columbus Ohio.2005

“Anorexia y otras alteraciones de la conducta en la infancia y la adolescencia”
Joseph Tomas
Unitat de psiquiatría
Depresio Infanto juvenil --- Xavier Coll
Nuria bassaa
Editorial LAERTERS
CUADERNOS DE PSIQUIATRIA
1999

http:/www.biomedcentral.com
“Dression symtomatology and diagnosis: discordance between patients and physicians In primary care settings”
Observational studies of depression in primary care: what do we know?

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