jueves, 31 de marzo de 2011

ANOREXIA NERVIOSA

ANOREXIA NERVIOSA.

AUTOR
LIC. ADRIANA ALEJANDRA SÁNCHEZ OROPEZA.
DR. SORIANO PEREZ ANGEL MAURICIO


INTRODUCCIÓN
La alimentación representa una de las necesidades básicas para el ser humano. A través de ella, se sacia el hambre, se nutre el cuerpo y se cubren las cantidades fundamentales de elementos para que todos los procesos metabólicos se lleven a cabo de manera eficaz. Es por esta razón tan sencilla que en ocasiones es difícil entender el por qué de los trastornos de la alimentación. Cómo puede ser posible que el ser humano, quien vive de la comida, el agua y el oxígeno, rechaza o devuelve la comida, prefiriendo morir delgado a estar gordo.
Los trastornos de la alimentación llegan a representar problemas en el núcleo de la familia ya que su estructura constituye un factor fundamental para la comprensión de disfunciones en el seno del sistema. Por lo tanto, la evaluación de estas estructuras, los trastornos del comer y su interacción, facilita la comprensión de la etiología y los mecanismos predominantes de los desórdenes alimenticios.
Los medios de comunicación han provocado ciertos estereotipos de la mujer perfecta que también juegan papeles importantes en el desarrollo de los desórdenes alimenticios, tanto que en los últimos años, han aparecido o se han dado más a conocer los casos de anorexia nerviosa o bulimia. Se reflejan en la televisión, las películas y las revistas, imágenes de mujeres altas, extremadamente delgadas, que se interpretan como sinónimos de belleza, éxito y felicidad. Estas ideas no sólo surgen en estos medios, sino también en la sociedad en donde se desenvuelve la joven. Esto es, la escuela, en donde estos conceptos se contagian por los alumnos y miembros de la familia, que se desenvuelve en un mundo competitivo y obsesionado por el físico, que en ocasiones es información recibida de manera distorsionada y es por esto que la sociedad debe conocer este problema para poder combatirlo y eliminarlo, si es posible, de nuestro mundo.
Se puede relacionar a la alimentación con otros aspectos, como es la alimentación psicológica que es cubierta por los padres, principalmente la madre. Es decir, la madre representa la figura de nutrimento, la que provee las necesidades alimenticias del bebé recién nacido, y las necesidades de amor, autoestima y calor por el resto de la vida de cada persona (Craig, 1997).

LA ANOREXIA NERVIOSA Y SUS DERIVADOS
La Anorexia Nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por el rechazo a mantener un peso corporal mínimo normal, miedo intenso a ganar peso, alteración significativa de la percepción de la forma o tamaño del cuerpo y en las mujeres postpuberales, cese de los ciclos menstruales (Craig, 1997).
Aunque la anorexia nerviosa ha existido desde hace mucho tiempo, es a partir de la década de los sesenta, con el auge de las revistas de moda femenina, y la aparición de modelos, quienes proyectaban una imagen de flacura como lo “bueno” y “glamoroso”, que se ha visto un incremento en el índice de trastornos alimenticios en mujeres. Uno de estos es la Anorexia Nerviosa.
Se ha encontrado que generalmente se presenta en jóvenes de clase media o media alta, entre las edades de 14 y 25 años de edad. No obstante, la anorexia también se presenta en mujeres de más de 25 años de edad y casadas.
Aunque la anorexia nerviosa está clasificada como un trastorno de la alimentación, los efectos de dicho problema tienen implicaciones sociales, físicas y psicológicas. Por esto es importante conocer la etiología de dicha enfermedad, para obtener una comprensión global del padecimiento.
Los pacientes típicos con esta enfermedad son blancas, atractivas, de buena conducta ya sea en la casa o en el colegio, generalmente son brillantes y obtienen buenas notas en la escuela, se encuentran entre la pubertad y la juventud o adultez temprana, provienen de una familia aparentemente estable, los padres por lo general tienen educación superior y son familias económicamente prósperas (Crispo,1998).
Otra de las implicaciones que se deben tomar en cuenta es que en muchos casos la anorexia nerviosa se presenta como un trastorno secundario a un trastorno del estado de ánimo, ya sea depresión o tristeza (Gispert, 1999).
Se pueden describir dos tipos de anorexia, la de tipo restrictiva y la de tipo bulímica. La primera se caracteriza por dietas que prohíben el consumo de calorías o bien recurren al ayuno. La anorexia de tipo bulímico se diagnostica cuando el sujeto emprende por lo menos un ciclo de uso de laxantes y/o diuréticos para ayudar a la pérdida de peso (Hoffman, 1998).
También puede considerarse el ejercicio extremo como uso de agentes externos.
La Anorexia Nerviosa Bulímica es un episodio en la anorexia nerviosa caracterizado por ciclos de atracones y uso de laxantes y diuréticos (Crispo,1998).
La Anorexia Nerviosa Restrictiva es un episodio en la anorexia nerviosa que se caracteriza por rechazo a la comida sin llevar a cabo prácticas de uso de laxantes, diuréticos o atracones, entendiendo como atracón a la ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo, generalmente inferior a dos horas, en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas características.
La Bulimia Nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por los atracones recurrentes y las conductas inapropiadas que adopta el individuo afectado, encaminadas a no ganar peso, como lo son vómitos, ejercicio físico extremo, uso de laxantes y diuréticos (Gispert, 1999).
Se puede decir que la anorexia nerviosa afecta más a las personas de clase social alta o media alta debido a que los medios de comunicación influyen en esto porque crean estereotipos de la mujer perfecta y este repercute en la forma de pensar de las mujeres de hoy en día y también puede ser causada por la falta de atención y comunicación entre los miembros de la familia.

CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LOS PACIENTES QUE SUFREN ANOREXIA NERVIOSA
Como lo señalan Crispo y colaboradores (1998) en ocasiones es difícil determinar que factor desencadena la aparición de un trastorno alimenticio, ya que se empieza a estudiar el caso una vez que se ha instalado la enfermedad. No obstante la mayoría de los teóricos han llegado a conclusiones unánimes acerca de los rasgos psicológicos que presentan estos pacientes.
Existen factores predisponentes tanto familiares como individuales. Uno de los rasgos que se han encontrado es que estas personas presentan dificultad en relacionarse con su entorno de manera autónoma. Es decir, los vínculos que presentan con la familia son muy fuertes, por lo que hacen que vivan pendientes de lo que las demás personas esperan de ellas, y constantemente tratan de cumplir con los ideales de los padres para poder darles satisfacción constante. El perfeccionismo es uno de los rasgos más característicos que tienen. Perfeccionismo en las labores escolares, en las tareas del hogar, y por último perfeccionismo en la apariencia física. Es éste perfeccionismo en la apariencia física lo que lleva a estas personas a emprender dietas restrictivas, programas de ejercicio extremo, lo que convierte a todo esto en un círculo vicioso: dieta - ejercicio - perfeccionismo - dieta.
Al Igual que los otros autores mencionados anteriormente, Levenkron ha encontrado ciertos rasgos característicos en los pacientes perturbados. Entre estos se encuentran:
Ψ Una de las características más comunes es una intensa fobia que se presenta a partir de que el cuerpo va cambiando.
Ψ Presenta una obsesión por la ingesta de comida y líquidos que constriñen la actividad mental del anoréxico.
Ψ Otro rasgo que presenta es el ritual obsesivo - compulsivo que domina todas las actividades: la comida, el ejercicio, las tareas.
Ψ En algunos casos se llegan a observar sentimientos de inferioridad con respecto a la inteligencia, la personalidad y la apariencia física.
Ψ Cuando se trata de la toma de decisiones, el anoréxico por lo común ve las opciones como drásticas, lo que resulta en una inhabilidad de tomar nuevas decisiones haciendo que su comportamiento se convierta en un tanto rígido y repetitivo.
Otro factor es el desinterés en la sexualidad que es una característica de la personalidad del sujeto, haciendo que se presenten los siguientes comportamientos:
Ψ Inmadurez y la necesidad de actuar como un niño para recibir la atención de los padres.
Ψ En el caso de mujeres de edad adulta, la energía sexual se ve reemplazada por rituales en la preparación de la comida, así como en la manera de comer los alimentos.
Ψ Se puede observar un pensamiento delirante con respecto a la talla de cuerpo y el consumo de alimento.
Ψ Miedos paranoicos con respecto a la crítica de otras personas.
Ψ El otro rasgo que se acentúa es la ansiedad que solamente se aplaca con las dietas y el ayuno, u otras prácticas para bajar de peso.
De acuerdo con Bruch (1998) el meollo de los problemas que afectan al paciente anoréxico, yace en el sentimiento de inutilidad, una carencia de autoconciencia, y más importante una carencia en el control de ellos mismos, sintiendo que no son dueños ni siquiera de sus propios cuerpos y sus funciones.

Cambios físicos que aparecen en el paciente afectado con ese trastorno
Se llegan a observar ciertos cambios físicos aparte de la evidente delgadez. Entre estos se encuentra una disminución en el gasto energético causado por el poco consumo de calorías. Por la misma baja cantidad de energía calórica que recibe el cuerpo, los pacientes sufren de bajas temperaturas corporales, teniendo siempre las manos y los pies fríos, y en ocasiones de un matiz morado. Con respecto al aparato cardiovascular, los sujetos adquieren una disminución de las pulsaciones cardiacas y a esta condición se le define como bradicardia. También sufren de hipotensión o baja presión, ya que la presión arterial también disminuye.
Es común encontrar que las paredes del corazón se vuelven más delgadas, provocando arritmias cardiacas, que a su vez son provocadas por el déficit de nutrientes importantes para el buen funcionamiento del corazón. La piel se les vuelve seca, áspera y quebradiza también a causa de los nutrientes necesarios para humectarla. Comienza a aparecer lanugo (vello muy fino que cubre la piel del feto) en ciertas partes del cuerpo, como en la espalda, los brazos y las mejillas (Crispo,1998).
Dentro de los cambios del aparato digestivo, encontramos que tanto el estómago como el intestino se ven afectados. En primer lugar se observa que hay un retardo en la evacuación gástrica provocando que el individuo sienta saciedad precoz, cuando solamente ha comido poco alimento. En segundo lugar a causa del déficit de calcio, potasio y magnesio, la actividad del intestino se vuelve más lenta, causando a su vez constipación y dificultades en la evacuación de heces fecales (Crispo,1998).
Otro de los sistemas que se ven afectados es el aparato reproductor. Una de las características de la anorexia es la presencia de amenorrea, es decir la ausencia de tres o más ciclos menstruales. Al existir esta condición, los niveles de estrógeno se reducen por lo que se llega a presentar una disminución importante en la fertilidad. Muchas de las pacientes con anorexia nerviosa, aun cuando llega a haber recuperación tienen problemas al querer embarazarse (Crispo,1998).
En cuanto al sistema óseo, por falta de calcio, los sujetos muchas veces tienen osteoporosis prematura provocando fracturas en los huesos. Por último se observan anemias por la falta de hierro en la sangre aumentando el cansancio y fomentando un estado de tipo depresivo y un aumento en el colesterol (Crispo,1998).

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA ANOREXIA NERVIOSA
Dentro del trabajo con familias es necesario estudiar y distinguir las características que hacen que la homeostasis de la familia empiece a funcionar de una manera no sana. Se debe de percibir a la familia de manera que todos los miembros del sistema tienen la misma significación y por lo tanto es necesario producir un cambio en cada uno de los miembros de la familia.
Por otra parte el terapeuta debe de tener muy clara la meta a la que quiere llegar con la familia e identificar la característica que hace que el sistema no funcione. La familia se debe ver como un sistema que está compuesto por subsistemas diferenciados que contienen sus propias jerarquías, fronteras y límites, haciendo que ante la aparición de un conflicto, todos los miembros del sistema respondan a la crisis en cuestión.
Cuando una familia acude a terapia, lo hace con la premisa de que solamente un miembro de la familia el que es portador del síntoma; síntoma que a la vez es causante de todos los problemas por los que pasa la familia, como ya se ha mencionado antes. Por lo tanto, es necesario que en el tratamiento de la familia anoréxica se tome en cuenta y se especifique que aunque solamente uno de los miembros de la familia es el que presenta el síntoma somático, la anorexia nerviosa, es solamente un reflejo del problema de funcionamiento global de la familia. “El problema no reside en el paciente individualizado, sino en ciertas pautas de interacción de la familia. Las soluciones que esta ha intentado no son más que repeticiones estereotipadas de interacciones ineficaces, que solo pueden reforzar los afectos sin producir cambios”. Son precisamente estos estereotipos los que se deben de cambiar para que haya un cambio en el funcionamiento de la familia.
Específicamente hablando del tratamiento de la anorexia nerviosa, si los padres expresan una incapacidad por cambiar esos estereotipos de funcionamiento, entonces la participación de éstos será mínima en el proceso de tratamiento y recuperación. Si por lo contrario, el sistema familiar se presenta fuerte y los padres sí llegan a expresar su deseo por un cambio, entonces esta disposición ayuda a que el proceso del cambio se acelere y sea menos pesado para el paciente y ellos mismos.
A continuación se presentan las consideraciones:
• Es necesario que no se pida al paciente que tome decisiones.
• Los padres deben ofrecer una mínima cantidad de opciones y menos responsabilidad.
• Cuando se presente un conflicto ante cualquier decisión es necesario que los padres mantengan sus posturas, sin tener miedo de que el paciente recaiga o empeore en su enfermedad.
• La postura de los padres debe ser una de confianza, sin caer en rigidez o enojo.
• Procurar que los padres muestren afecto honesto al sujeto. El afecto debe ser verbal y no verbal.
• Los padres tienen que desarrollar una comunicación que no gire alrededor de temas de comida.
• Es importante que los padres, durante el proceso de tratamiento no exijan que el paciente suba de peso ni reverberar la condición de anorexia.
• Los padres también tienen que aprender a no hacer comentarios que hagan sentir al anoréxico responsable de la situación familiar.
• Es también necesario que los padres permitan que los médicos encargados de la recuperación y tratamientos del paciente se encarguen de las fluctuaciones de peso; eso es, que el terapeuta, psiquiatra o nutriólogo.
• Los padres no deben exigir que la persona coma a la misma hora que ellos, pero al mismo tiempo deben procurar que el trastorno alimenticio sea el foco de atención del sistema.
• Es necesario que los padres no dejen que el paciente compre comida o que cocine para los demás miembros de la familia.

C O N C L U S I O N E S
La anorexia nerviosa se puede dar en personas adolescentes - adultas que se encuentran entre los 13 y los 30 años de edad, principalmente de la clase media - alta debido a que es más probable que los medios de comunicación influyan en ellos y que tomen este camino para evadir sus problemas familiares o sociales.
Es de gran importancia conocer el problema para saber los efectos que ocasiona y estar concientes de los resultados que repercuten gravemente en la salud de la persona.
Por último hay que saber que existen centros de atención y tratamientos especializados para superar este problema que sí tiene solución en la mayoría de los casos.

B I B L I O G R A F Í A

CRAIG, G. J. Desarrollo Psicológico. México: Prentice Hall; 1997.

CRISPO, R., FIGUEROA, E. y GUELAR, D., Anorexia y bulimia: lo que hay que saber. Barcelona: Gedisa; 1998.

GISPERT, Carlos. Diccionario de Psicología Océano. Barcelona: Océano; 1999.

HOFFMAN, L., Fundamentos de la terapia familiar. México: Fondo de Cultura Económica; 1998.

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